De viaje

Un post de esos viajeros. Aquí estoy, en el tren, camino de Sevilla, entre Osuna y Estepa...disfrutando de un viaje que emprezó demasiado temprano, con sueño y prisas...y mucho frío, si ya lo dicen por ahí, cuando el grajo vuela bajo....hace un frío del ....

Sé que en torno a los viajes siempre ha habido todo un género literario. Bueno, yo no voy a hablaros del éxtasis sentido al cruzar los montes de Loja, sus cumbres nevadas, con esos modernos molinos de vientos, tan espigados ellos, muy diferentes a los que aquel hidalgo se enfrentara. Nó, no voy a hablar de como el sol se colaba entre las nubes para dar un rayo, no sé si de esperanza, a un trocito de valle muy pequeñito. No os hablaré de lo relajante que resulta un mar de olivos, todos en perfectas hileras, cubriendo lomas cual olas en el oceano. Tampoco hablaré de la extraña sensación que hace que en los viajes, el tiempo, sea diferente, transcurra de modo diferente, como si no fuera igual para la gente que está más allá de la pequeña estación del pueblecito de turno...no, para qué os voy a hablar.

Una cosa si haré, invitaros a que lo viváis, os deis una vuelta por este patio, parque o bosque, que es el mundo.
No hay más que salir para ver que si la medida es el hombre, nada es cómo le parece al hombre, en realidad.

Creo que no daré más la vara, esperaré a encontrar una red a la que me dejen conectarme y os enviaré este retal de viaje.

Saludos y un abrazo...

Nota: Podéis ver las fotos aquí.

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