Otra vida de Sísifo

lunes, julio 18, 2005

La solución no es prohibir beber en la calle.

Ahora resulta que quieren prohibir beber en la calle. Esa es la solución que nuestros governantes dan al problema social de la “botellona” o “botellón”.
Sin duda es un problema grave. Cualquiera que haya estado en una concentración de jóvenes de estas características lo ha comprobado.
Problema de irresponsabilidad, desorden público, basura, malos olores, ruidos, etc... No nos engañemos, eso es parte del problema. Pero no vamos a centrarnos en una parte, habrá que abarcar todos los ámbitos. Y hay muchos, quizás demasiados, quizás por eso “muerto el perro, muertas las pulgas”.
De un lado están los vecinos, sufridores hasta niveles inauditos de toda clase de barbaridades, por otra parte están los jóvenes, los bárbaros. Aún nos quedan la Policía, ejecutora de lo que desde los ayuntamientos les mandan.
¿Qué hacen cada uno? Los vecinos hacen lo que deben, reclamar sus derechos y recordar las obligaciones que tenemos todos, incluidos los legisladores. Los jóvenes por su parte pasan del tema, excepto cuando peligra su forma de “divertirse”, entonces levantan la voz en pro de la Libertad, etc... Y los legisladores, ¿qué hacen los ayuntamientos? Poco o nada, quejarse a instancias superiores. Y eso que parece ser que los ayuntamientos tienen transferidas las competencias para regular los “botellones”, existe ya normativa para paliar los efectos perniciosos. Entonces, ¿qué hacen pidiendo que se prohiba beber en la calle?. Parece que nadie quiere asumir responsabilidades, que se están tirando la pelota unos a otros y mientras tanto el problema va a más.
Creo que este problema, como muchos otros, obedece a una gran irresponsabilidad por parte de todas las partes, y valga la “rebuznancia”.
Irresponsables, los jóvenes. Quieren ser libres, sin asumir la responsabilidad de los actos que realizan desde su libertad, quieren ser tratados de forma adulta cuando nos demuestran una y otra vez que, la gran mayoría, no se merecen ser considerados como tal. Así que tienen un reto por delante, demostrar a la sociedad su madurez y que su libertad está sustentada en la responsabilidad de sus actos, que podemos y debemos considerarlos como individuos responsables y no como una masa tonta y boba que no sabe estar ni qué hacer para divertirse.
Irresponsables, los ayuntamientos y demás instituciones governantes. Porque teniendo las armas para combatir los problemas de la ciudadanía, se ofuscan en buscar nuevas soluciones en vez de aplicar las que ya poseen. ¿De verdad creen que no nos damos cuenta de la demagogia habitual en sus prácticas?
Irresponsables, los vecinos y con ellos la sociedad en general, TODOS. Porque mejor que prohibir es educar. Mejor que quitar es dar, tanto posibilidades como responsabilidades. De nada nos sirve tener libertad si no sabemos ejercerla, si no somos nosotros mismos los responsables y quienes la gestionamos.
El otro camino, el de prohibir, el de no educar porque eso sería inútil, para quitar libertades no nos hace mejores, nos hace carne de dictaduras y totalitarismos, nos hace ignorantes, insignificantes...nos hace retroceder...
Así que dejémonos de tonterías y llamemos las cosas por su nombre, pongamos la cara colorada tanto a jóvenes, políticos y sociedad en general...y si de verdad hay voluntad de arreglar las cosas, arreglémoslas.

Todo lo demás sobra.