Estuve cenando con mi hermana y Diego en las Ninfas. Se estaba de escandalo, pero mejor, quien quiera comprobarlo que coja el camino y venga para Granada.
Está claro, día a día, vamos rodando nuestras piedrecitas, de algunas nos libramos, otras adquirimos y a otras estamos enganchados, pues en parte, esas dichosas piedras son parte de nosotros y nos definen, nos dan sentido a nuestras maravillosas vidas
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